martes, 21 de abril de 2009

Crisis de magos y fantasmas

Texto sobre la "magia del mercado" y la pérdida de confianza en el sector financiero escrito por Carlos González, egresado de la carrera de Política y Administración Pública y estudiante de la maestria de Teoría Crítica por el 17, Insituto de Estudios Críticos.

3 comentarios:

Jorge dijo...

No, no soy exagerado. Tú forma de unir una situación cotidiana con la magia y el sistema financiero es increíble.

Pero el punto que tocas es fundamental, nosotros los legos, sólo podíamos confiar en aquello que no comprendemos porque "sabíamos" que está controlado por mentes avisadas y sagaces. Sin embargo, la realidad nos golpeó en la cara cuando todos supimos de lo estúpidos y negligentes que pueden ser los banqueros, financieros, ejecutivos de empresas, etc.

La pérdida de confianza, espero, debería resultar en mejor regulación en el mundo bancario y finaciero y en más sanciones a los pendejos que desembocaron todo esto. Me emputa que a varios de ellos los tenga que salvar el gobierno de Obama, de Brown, de Merkel, de Calderón, etc. Te felicito por tu texto, casi nunca comento nada de lo que leo en internet, pero este texto sinceramente mereció la pena.

Jorge

Anónimo dijo...

Jorge:

Muchas gracias por tus comentarios.
Lo interesante es que esa regulación que propones la propones, también, a partir de sistemas de confianza que son susceptibles de ponerse en entredicho.
Si regulamos para evitar que se hagan mal las cosas, ¿cómo evitamos que se regule mal? La pregunta aquí es porqué la reacción ha sido hacia los Estados; ¿nos habla de una hegemonía del discurso estatista, en tanto éste postula al Estado como última instancia decisora? ¿por qué no propugnar, por ejemplo, por la desmantelación de los sistemas financieros hacia esquemas que a largo plazo devengan en microecnomías comunitarias y autosuficientes?

De nuevo, gracias.

Carlos G. (el autor)

Anónimo dijo...

Vaya, tenés razón, pero hay que aceptar que así como están las cosas en el mundo (ponle todas las situaciones que quieras: globalización, interdependencia, concepción estatista, anarquía internacional) un mundo de microeconomías comunitarias no parece nada factible. Concuerdo contigo en el punto central: la regulación por sí misma puede no mejorar nada, puede ser una mala regulación. Pero sinceramente no creo que una propuesta "altermundista" pudiera verdaderamente prosperar a nivel global.